UN ARTE DE AMAR EN EL SIGLO DE LAS LUCES.
El siglo de las luces una historia donde se entrelazan sentimientos, pasiones y una serie de travesías por las cuales los personajes son fundamentales en cada acción del relato.
Sofía, Víctor y Esteban personajes principales de la historia, desarrollan distintas personalidades e ideologías que los hacen ser únicos.
Expongo de manera enunciativa los aspectos psicológicos del amor relacionados en la historia literaria del Siglo de las Luces de Alejo Carpentier. Específicamente el personaje de Sofía. No pretendo ser psicoanalista en esta presente exposición. Sin embargo es importante hacer notar que las relaciones entre los hombres ya sea amoroso o de amistad influyen mucho en la narración de la historia. Ya que en algunas ocasiones son la estructura fundamental del relato. En este caso en el Siglo de las luces estas situaciones se hacen presente, pero también existen otros aspectos importantes que hacen de esta novela una de las mejores, por su amplia gama de puntos a analizar.
La cuestión es que los aspectos psicológicos y sociales reflejados en los personajes o como tema central en la obra ( como es el caso de las novelas realistas) hacen que el lector se adentre y asemeje estos aspectos a sus vivencias propias; teniendo un conocimiento crítico, reflexivo de la historia.
El hombre del siglo XX ha estado sumergido en un ambiente cada vez más enajenado y egoísta. Las relaciones humanas son esencialmente siguiendo un patrón dado de las normas sociales, con la imagen fría y calculadora con objetivos esencialmente propios de satisfacción, sin intercambiar o dar libremente aquellas particularidades que nos definen como hombres fraternales con el mundo y la naturaleza. Estamos en tiempos de destrucción entre los mismos, y el carácter social del amor es inexistente, el individualismo predomina y el mundo se transforma más material que cada individuo se le hace imposible alcanzar una felicidad.
El Siglo de las L uces tiene muy presente esta reflexión, depende de cada uno de ellos que lleguen las luces a nuestras vidas o las sombras inunden el camino.
Hablar de amor parece ya un tema que sin duda es frecuente y está presente en la mayoría de las cosas y las actividades diarias de una realidad que pareciera que olvida el tema. Lo cierto es que el tema del amor ha sido imprescindible en cualquier acto de la existencia humana; es difícil alejar esta actitud en la vida de los seres humanos ya que como tales e influenciados por nuestra naturaleza física y emocional necesitamos estar en contacto fraternal con la humanidad, la soledad es una forma de inconformidad con el mundo y con uno mismo, nos dice Eric Fromm: “ El hombre de todas las edades y culturas enfrenta la solución de un problema que es siempre el mismo: el problema de cómo superar la separatidad, cómo lograr la unión cómo trascender la propia vida individual y encontrar compensación”
En esta historia que Alejo Carpentier nos muestra era difícil que no estuviera presente el tema del amor. En especial en el que el personaje de Sofía desarrolla a través del relato.
Sofía personaje importante en la obra muestra las distintas facetas de su arte de amar. En realidad este personaje sufre una serie de modificaciones en cuestiones de personalidad que son originadoras de las consecuencias de sus actos y las circunstancias externas que son factor influyente en su vida. Sofía es una joven que al principio de la historia desarrolla una separatidad con el mundo y consigo misma debido a la muerte de su padre, está interesada en vivir una cotidianidad, en total y absoluto control moral, respetuosa de las creencias y costumbres inculcadas por la religión, su único refugio la lectura y las actividades manuales; no estaba presente en la vida de Sofía el despertar amoroso, al contrario repudiaba ese destino y prefería que nunca llegará ese día.
“ Sofía a quien las monjas habían inculcado un temprano horror a la naturaleza del varón se enojaba cuando Esteban, por broma y acabo para ponerla a prueba, le hablaba de un matrimonio a futuro, bendecido por una ceterva de niños. Un “ marido” traído a aquella casa, era considerado de antemano como una abominación un atentado a la carne tenida por una propiedad sagrada, común a todos, y que debía permanecer intacta.”
Tal vez ella experimentaba una forma de poca madurez para llegar a compartir con otra persona o más bien de una conformidad como defensa para aliviar la angustia que presentaba; es decir no muestra interés en el amor puesto que la cotidianidad la hace sentirse segura y produce un sentimiento de placer en el cual no arriesga ni modifica drásticamente su vida.
Posteriormente en el transcurso de la narración, nos encontramos con la faceta de mujer casada, abnegada y entregada por completo al cuidado de su casa y su esposo.
La pregunta es ¿ En qué momento Sofía adoptó la actitud de madurez para llegar al matrimonio? Una de las respuestas con respecto a la época no era precisamente que las personas reflexionaran y estuvieran en la actitud madura del matrimonio ( como lo hacemos hoy, o se pretende hacerlo) sino como sabemos la costumbre en aquella época era no la de saber escoger con quién pasarás el resto de tu vida, sino se vuelve un convenio o contrato, al respecto nos comenta Fromm: “ En la era victoriana así como en muchas culturas tradicionales, el amor no era generalmente una experiencia personal espontánea que podía llevar al matrimonio. Por el contrario, el matrimonio se efectuaba por un convenio o contrato, al respecto nos comenta Fromm:
“ En la era victoriana, así como en muchas culturas tradicionales, el amor no era generalmente una experiencia personal espontánea que podía llevar al matrimonio. Por el contrario, el matrimonio se efectuaba por un convenio entre las respectivas familias o por medio de un agente matrimonial o también sin la ayuda de tales intermediarios; se realizaba sobre la base de consideraciones sociales, partiendo de la premisa de que el amor surgiría después de concertado el matrimonio.”
La actitud que presentó Sofía, después de no haber tenido contacto con ningún hombre y de haber rechazado la idea de matrimonio, fue sorpresa para Esteban y para muchos, la postura en que ahora se encontraba era la de mujer casada.
“ Y ahora, había bastado un contacto físico, logrado, acaso con el todavía oculto júbilo de una preñez incipiente con la advertencia de que una sangre de manantiales profundos hubiese dejado de correr desde los días de la pubertad para que la Hermana Mayor, la Madre joven, la limpia entelequia femenina de otros tiempos, se volviera una buena esposa, consecuente y mesurada, con la mente puesta en su Vientre Resguardado y en el futuro bienestar de sus Frutos, orgullosa de que su marido estuviese emparentado con una oligarquía que debía su riqueza a la secular explotación de enormes negradas”
El amor que presentaba con Jorge su marido, era totalmente un amor fraternal. Y es que en este caso el sentimiento de responsabilidad, cuidado y respeto en las decisiones y posturas de cada uno se dio en esta relación; ya que la compasión, las solidaridad y sobre todo la abnegación fueron posturas que solidificaron el matrimonio, Fromm define al amor fraternal:
“ Por él se entiende el sentido de responsabilidad, cuidado, respeto y conocimiento con respecto a cualquier otro ser humano , el deseo de promover su vida. El amor fraternal es el amor a todos los seres humanos; se caracteriza por su falta de exclusividad. Si percibo en otra persona nada más que lo superficial, percibo principalmente las diferencias, lo que nos separa. Si penetro hasta el núcleo, percibo nuestra identidad, el hecho de nuestra hermandad. Esta relación de centro a centro en lugar de la periferia a periferia en una “ relación central”
En este caso podemos decir si Sofía habría encontrado el amor en la persona de Jorge, lo cierto es que experimentaba una nueva forma de amar donde lo único que le importaba era dar a los demás, quizá la soledad y la tristeza la habían tenido en una posición egoísta. Era una experiencia sincera y grande que desarrollaba su capacidad de compartir, de entregarse, estaba en un proceso de conocimiento así misma y en realidad es el inicio de poder comenzar un arte de amar.
Desgraciadamente Sofía presenta otro dolor fuerte, la muerte de su esposo. En un principio guardó culto y memoria del fallecido. La soledad nuevamente se hacía presente en su vida, aquella que era como un estigma en que las personas amadas se fueran de su vida.
Refugiada en las lecturas, en la vida nuevamente cotidiana, Sofía gracias al apoyo y protección de Esteban reflexionó sobre su vida y decidió darse una transformación radical, se presentaba una nueva mujer: fuerte, sólida, inteligente, un tanto fría, aventurera, sin recatos ni moralismos, todas estas actitudes hicieron darle un giro en su personalidad.
“ Sofía conturbada como la otra vez cuando se acordara en la misma borda, cuando sorbiera la prisa desde el vértice esta misma proa por angustias de adolescente. My madurada por su decisión, iba hacia algo que no podía ser sino como ella se lo imaginaba. Después de dos jornadas durante las cuales lo dejado atrás hubiera seguido pensado sobre su ánimo, se había despertado, en este tercer día, con una exaltante sensación de libertad. Rotas estaban las amarras. Se había salido de lo cotidiano para penetrar en un presente intemporal. Pronto empezaría el gran quehacer, esperando durante años de realizarse en dimensión escogida. Conocía nuevamente el gozo de hallarse en el punto de partida; en los umbrales de sí misma, como cuando hubiese iniciado, en esta nave, una nueva etapa de su existencia”.
Buscando experiencias fascinantes y aventureras, descubría el mundo sin límites, había en ella la sensación de una completa libertad, la cual admiraba en Víctor Hugues. Era inevitable que a esta mujer le atrajera un hombre como éste, el deseo, la curiosidad, la rebeldía, la grandeza que poseía fueron algunos detonadores para llamar la atención de Sofía que se vislumbraba ante estos perfiles.
Podemos decir que el personaje sufre una fuerza explosiva de “ enarmorarse”, el súbito derrumbe de las barreras que existían entre Sofía y Víctor se convertían en uniones cada vez más íntimas, conectándose en una experiencia repentina, donde lo externo era ajeno y lo presente más profundo. Nos encontramos ante la presencia de un amor que está con un nuevo deseo desconocido, pero a la vez intenso, ya que el deseo de enamorarse vuelve a ser estimulante en la conquista de un nuevo amor, con la ilusión de que será distinto a los anteriores, la intimidad significa desaparecer la separación.
El amor erótico según Fromm: “ Es el anhelo de fusión completa, de unión con una única persona. Por su propia naturaleza, es exclusivo y no universal; es también, quizá la forma de amor más engañosa que existe.”
El sentimiento es engañoso como lo comenta Fromm, comienza y puede a desaparecer. La vivencia sigue estando en el marco repentino, la experiencia de unión es ilusión. El compromiso es ausente, y la costumbre se convierte en una rutina odiada. La paradoja se hace presente: el sentimiento es poderoso, pero la separación es conveniente.
“ Tal experiencia de repentina intimidad, es por su misma naturaleza, de corta duración. Cuando el desconocido se ha convertido en una persona íntimamente conocida, ya no hay más barreras que superar, ningún súbito acercamiento que lograr. Se llega a conocer a la persona “ amada” tan bien como a uno mismo. O quizá, sería mejor decir tan poco.”
Aunque el autor de la historia nos presenta esta relación un tanto romántica, por su final, la realidad es que ambos mantuvieron un cuidado, respeto, conocimiento que se vuelve el carácter activo del verdadero amor. Es decir los dos se entregaron a la búsqueda de su interior sin esperar nada a cambio. Opina Eric Fromm: “ ¿Qué le da una persona a otra? Ello no significa necesariamente su vida por la otra, sino que da lo que está vivo en él da de su alegría, de su interés, de su comprensión, de su conocimiento, de su humor, de su tristeza, de todas las expresiones y manifestaciones de lo que está vivo en él. Al dar así su vida, enriquece a la otra persona, realza el sentimiento de vida de la otra al exaltar el suyo propio"
Esta es la verdadera esencia del amor, Sofía la vivió sin darse cuenta, o más bien sin llegar a reflexionar que la búsqueda permanente de su arte de amar era tan tangible y real en la persona de Esteban, no tenía porque buscarla, ya estaba encontrada. El camino estaba hecho, las vertientes estaban en un mismo punto, la incapacidad de producir amor era espejo que reflejaba una realidad deseosa de libertad desbordada de impulsos que orillaron a una continua búsqueda de éste y sólo lo pudo hallar al final de su vida.
La importancia que otorga el espíritu de integración y de poder alcanzar la felicidad, tan necesaria en la vida del hombre es uno de los puntos reflexivos mostrados en esta novela.
Sin embargo el desarrollo de la historia y los factores externos ejercían una honda influencia sobre la estructura caracterológica del hombre de ese siglo, que tenía el enorme apetito de poseer fraternidad, libertad, amor, ilusión de ser individuos capaces de demostrar la revolución total de sus vidas.
El punto es¿ Se puede hacer una comparación con los tiempos que estamos atravesando para llegar a pensar hoy en día, si estos factores seguirán siendo una búsqueda constante, o seremos seres que tememos conscientemente a no ser amados? El temor real que plasman las generaciones presentes parece ser que es la incapacidad de desarrollar un arte de amar, como resultado de la separación que hay entre ellos y el mundo.
IVONNE SALAZAR RAMÍREZ
FEBRERO 2011
BIBLIOGRAFÍA: Carpentier, Alejo. El Siglo de las luces. Edit. Siglo XXI
Fromm, Erich. El arte de amar. Edit. Paidos.
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